En la trama vegetal urbana el arbolado actúa como eje vertebrador teniendo un papel principal en la Infraestructura Verde Urbana y por ende en la habitabilidad de las ciudades, erigiéndose el arbolado como una pieza fundamental para la salud de las personas que habitan en las ciudades.
Algunos de los innumerables beneficios que aportan en el medio urbano tanto a nivel ambiental, físico y psicológico son:
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Contribuyen a la salud física y mental de los habitantes urbanos amortiguando el estrés, y creando lugares atractivos para la actividad física.
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Mejoran la calidad del aire mediante la eliminación de contaminantes nocivos. Son productores de oxígeno y absorben partículas y elementos químicos contaminantes, y ayudan a mejorar la calidad del aire y el microclima urbano.
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Reducen las cargas sobre la infraestructura de agua tradicional, y disminuyen la escorrentía al absorber y filtrar las aguas pluviales.
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Interceptan la lluvia y la escorrentía superficial para reducir la erosión y la sedimentación en áreas urbanas y a lo largo de arroyos.
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Mitigan efectos negativos como la isla de calor al reducir las temperaturas a través del sombreado y la evapotranspiración.
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Aumentan la conexión de los residentes con la naturaleza
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Mejoran la cohesión de la comunidad fomentando la interacción social, creando conciencia ambiental y estableciendo un sentido compartido del lugar.
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Reducen el consumo energético.
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Son uno de los mejores recursos naturales para regular la temperatura.
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Minimizan o corrigen diferentes impactos ambientales derivados de la actividad humana contribuyendo a la mejora estética y paisajística del entorno.
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Aportan gran diversidad de volúmenes, colores, texturas y formas a lo largo de todo el año.
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Amenizan los espacios monótonos y unifican los diferentes estableciendo una unidad paisajística.
Teniendo en cuenta los beneficios del arbolado en las ciudades, es preciso que los bosques urbanos tengan un papel protagonista en estrategias y acciones medioambientales, para aumentar la resiliencia al cambio climático, promover el desarrollo bajo en carbono y fomentar los esfuerzos de sostenibilidad en toda la ciudad.
Al tratarse de seres vivos longevos cuyo tamaño varía, se pueden generar conflictos con el resto de las infraestructuras, usos o actividades de una ciudad. Por tanto, su planificación y gestión debe ser prioritaria para maximizar sus beneficios, disfrutar de ciudades más habitables y hacer un uso eficiente de los recursos disponibles.
La planificación de cualquier aspecto relacionado con la gestión ha de plantear, principalmente, cuatro cuestiones: situación de partida, el objetivo o destino al que se pretende acceder, la forma de realizar el camino para la consecución del objetivo, y establecer el método de revisión tanto de los procesos como de los objetivos.
Se establece entonces el Plan Director del Arbolado de Majadahonda como referencia técnica en la gestión del Bosque Urbano de este municipio y que pueda ser consultado por toda la ciudadanía.